Zona montañosa es sinónimo, entre otros, de carretera con curvas.

Curvas que se convierten en un peligro cuando la velocidad no es la adecuada.

Ésta en concreto esconde un bello paraje bucólico en al que encontramos un riachuelo y una pequeña laguna.

Pero también esconde una tragedia como lo es un accidente de tráfico. Y no sólo uno.

Este Seat Ibiza yace desde hace años en esta carretera y no tendría muchos kilómetros cuando cayó al barranco porque, cuando se accidentó, Seat todavía fabricaba esa generación del Ibiza.

Al lado del coche, la pared de piedra que se llevó por delante.

En la pequeña laguna también se observa otra pared de piedra. Realmente parecen resistentes pero no lo suficiente cuando reciben un golpe fuerte, ya que es incapaz de parar la trayectoria del coche.

El hecho de que durante tantos años se mantuviese a la vista hizo que parte de su interior fuese saqueado. Incluso su motor.

Y tan sólo unos metros más abajo, yace este Seat Málaga.

Si bien desconozco la historia del accidente del Ibiza, la del Málaga es conocida por los vecinos de la zona.

La chica que lo conducía se despeñó barranco abajo y tras una búsqueda, la encontraron a los pocos días ya fallecida dentro del vehículo.

Y es que así como el Ibiza se observa mientras se hace el trazado de la curva, el Málaga quedaba mucho más escondido. Verlo desde la carretera mientras se conduce es imposible.

Un viaducto sustituyó esa zona de curvas en al año 2005 pero la altura desde la que cayó el Málaga, a pesar de estar cerca del Ibiza, es mucho más abrupta.

Vista del viaducto que sustituyó la zona de curvas. En ese 2005 también se eliminaron diversos puntos negros de esa carretera.

Vista del barranco desde el viaducto.

Como se aprecia, el Ibiza se observa perfectamente mientras que el Málaga yace totalmente oculto.